Soy como una montaña rusa emocional, algo me dice que no pararé hasta que juegues con mis emociones y las hagas subir.

Y te odio, y te quiero. Solo quiero tenerte lejos, o que no te despegues de mi. Y tu igual. Somos bipolares, condenados a chocar, a encontrarnos, a gritar, a amarnos, a desesperarnos o perdernos sin razón. Es un amor montaña rusa, o llamalo improvisación, también temperamento o querer sin condición.